Los neoprenos chillones y gafas de sol “línea ciclista” inundaban la arena de las playas californianas cuando surfistas como Tom Curren, Damien Hardman, Martin Potter, Barton Lynch, Tom Carroll o Gary Elkerton se enfrentaban durante los campeonatos de Huntington Beach allá por finales de los años 80. Surfing era carving, en estado puro.
Unos años más tarde, un adolescente con cara de no romper nunca un plato, de nombre Kelly y apellido Slater, emocionaba a jueces y público con un surfing mucho más veloz y arriesgado. Se había producido un cambio. Hoy, veinte años después, vuelve a producirse otro salto evolutivo en el surfing de competición. Rob Machado y Kelly Slater protagonizaron y bautizaron el surfing de la new school a comienzos de los 90. Dane Reynolds, Jordy Smith, Jon Jon Florence, Kolohoe Andino, Miguel Pupo o Gabriel Medina, entre muchos otros, están haciendo lo mismo con el surfing actual. Se ha producido un cambio, una realidad que está en boca de todos: las nuevas generaciones vienen muy fuertes.
Saben carvear, fluyen, son rápidos, polivalentes y lo que lo cambia todo: surfean por el aire del mismo modo que lo hacen sobre el agua. Del rentry, cut back y floater se ha evolucionado a un sinfín de variables heredadas del skate y snowboard: Lien Grab, Alley-oop, Kerrupt Flip, Passion Pop, Superman, Stalefish Grab, Rodeo Flip, Nosepick, Shuv-it, Mute Grab, etc, etc, etc.De hecho los jueces tendrán que empezar a fijarse con lupa cuando el surfista esté en el aire y firme la maniobra con una u otra mano, bien por detrás de las piernas o por delante, cogiendo el tail o el nose, y así indefinidamente.
No importa el lugar ni la relevancia de la manga, a las nuevas generaciones les gusta arriesgar. Ya sea en Teahupoo, como Jordy Smith durante la última prueba del tour que se marcó un aéreo one foot de quitar el hipo; o en Zarautz, con Gabriel Medina dando espectáculo al combinar toda clase de maniobras aéreas. Lo cierto es que, a diferencia de otros años, durante 2010 los paneles de jueces han alcanzado temperaturas inusitadas gracias al empuje de los surfistas más jóvenes del CT y QS quienes no se cortan ni se acomplejan, precisamente, cuando les toca jugarse el puesto con surfistas de la talla y prestigio de Mick Fanning, CJ Hobgood o Andy Irons, por citar algunos.
Más bien parece que se sienten más confiados y fuertes por cumplir el rol que les ha tocado jugar en este momento de cambio. Lo que se percibe al otro lado de la pantalla o sentado en la misma arena de la playa, es que realmente quieren mostrar al resto del mundo que el surf de competición está evolucionando hacia unos movimientos ilimitadamente acrobáticos y complejos. Es como si con cada ola estuviesen enviando un mensaje telepático a todos los grommets del mundo: “¿quieres llegar a ser surfista profesional? Pues aprende a volar chaval o lo tienes realmente crudo”.
jueves, 15 de mayo de 2014
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