Portugal Costa de estoril
La Costa de Estoril se extiende desde Ericeira al norte hasta casi la misma Lisboa, muy bien conectada con la capital portuguesa y también con España, por el norte si llegas desde Galicia, desde el este si llegas desde Extremadura, y desde el sur si has entrado por Andalucía pasando por el Algarve. La perla de esta corona es Guincho, pero el nivel de este spot te descubrirá que tu agenda va a tener que hacer sitio a muchos más spots, más asequibles a navegantes de todos los niveles, a adictos al surf, al kite... o a actividades alternativas a una hipotética "calma chicha".
La Praia de Guincho es un espectáculo nada más plantarte al borde de las dunas que la separan del resto del mundo. Bien es cierto que para llegar hay hacer un ejercicio de orientación y paciencia. Si se te ha ocurrido llegar hasta aquí en verano, seguramente tendrás que soportar el ir y venir de coches llenos de bañistas que se dirigen hacia el norte.
A pie de playa hay un parking habilitado junto al Bar do Guincho, algo caro a decir de algunos locales, pero un buen sitio donde dejar el coche y desde donde transportar tu material hasta la playa no te llevará demasiado tiempo. Pero tendrás que buscarte la vida para todo: si quieres pegarle un remojón de agua dulce a tu material después de la sesión, ten en cuenta que las instalaciones son para los usuarios del club local, así que tal vez lo mejor sea buscarse alojamiento en alguno de los establecimientos próximos, según tu presupuesto: el Hotel de Guincho, el Hotel Muchaxo –que ha emprendido la renovación total de sus habitaciones–, o si eres menos exigente, haber hecho un huequecito en tu furgo entre fundas de velas y tablas de olas, o plantar tu tienda en el cercano camping Orbitur.
Lo más probable es que el mes de agosto sea la época en la que hayas acudido hasta aquí con tus colegas, o con tu familia –que ya tenemos una edad–, y tu pareja y tus críos estén tostándose mientras tú miras con envidia a kiters (muchos y de gran nivel en el lado sur de la playa), y surfers (algo más repartidos a lo largo de la playa) que dejan boquiabiertos a los bañistas convencionales. Tendrás que esperar a que la tarde vaya avanzando para que, siempre y cuando la Nortada haga acto de presencia (en un día en los que el viento supera con creces F4 e incluso alcanza F6).
La reciente regeneración de las dunas que cierran la playa de espaldas al mar ha creado ciertos cambios en el funcionamiento habitual de Guincho, por lo que es recomendable observar a los windsurfistas locales, aunque muchos de ellos acaban subiendo al norte hasta Ericeira, en cuyas inmediaciones están dos spots notables cuando Guincho está nuclear: Foz do Lizandro y Praia do Matador.
Seguro que sólo entonces intentarás entrar con tu material. La sesión valdrá la pena, sin duda, pero ten en cuenta que la distancia desde tu vehículo (tanto si has dejado tu vehículo en el parking de pago, como si lo has conseguido dejar en las inmediaciones del Muchaxo, sin gastar un euro) hasta el agua te requerirá un esfuerzo suplementario... especialmente después de haber bajado la sombrilla, los niños en brazos, las toallas, la bolsa con las cremas... bajo la atenta supervisión de tu pareja. Entre mayo y agosto predomina el térmico local, la Nortada, que sopla de Oeste Noroeste y de Noroeste entrando de derechas incrementando su fuerza durante el día hasta alcanzar F6 durante la tarde, cuando la mayoría de los bañistas se han largado ya y tú ya has convencido a la familia que tiene que esperar a que tú hayas sacado partido por lo menos durante un ratito a tu material.
Ojo con las fuertes corrientes (esto es el Atlántico) y con la rompiente vespertina. Muchos windsurfistas se acercan en exceso a los acantilados, que conforman el característico perfil de Guincho, que cierran por el Norte el spot y donde empieza a erguirse el Cabo da Roca, considerado el extremo más occidental de Europa continental.
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